POR MARISOL MENÉNDEZ, FUNDADORA Y CEO DE CON
El 19 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Mujer Emprendedora. Año tras año esta fecha es elegida por entidades públicas y privadas para dar a conocer estadísticas sobre la situación de la mujer en el ecosistema emprendedor. Sin embargo, pasa el tiempo y los estudios y análisis rara vez traen noticias positivas. La situación no siempre mejora, y cuando lo hace, lo hace lentamente.
Por eso este año hemos querido cambiar el enfoque y pedir a las empresarias que forman parte del ecosistema CON que compartan su percepción de lo que significa ser una mujer empresaria, cómo está cambiando el entorno empresarial desde la perspectiva de la inclusión y la igualdad, y los retos que aún quedan por resolver.
El panorama del empresariado femenino ha cambiado significativamente en los últimos años. Hoy, las mujeres conquistan espacios en sectores en los que antes apenas estaban representadas. Según Betty Lepina, fundadora de Charm Hunters, "hemos avanzado en el reconocimiento de las mujeres empresarias, pero no es suficiente. El acceso a la financiación sigue siendo más complicado para las mujeres y persisten los estereotipos".
Esta evolución también ha traído consigo redes de apoyo y visibilidad, como señala Fabia Silva, fundadora de Dronak Robotics: "Hoy somos más visibles, más audaces y estamos más conectados globalmente". Sin embargo, los datos siguen mostrando un desequilibrio. Lucía Chávarri, cofundadora de Nubalis, señala que en su campo, el tecnológico, "el porcentaje de mujeres emprendedoras apenas ha crecido del 13% al 16% en la última década. Esto refleja el margen de mejora que aún existe".
Por otro lado, las barreras de género en la financiación son alarmantes. Sandra Montes, fundadora de ScrapAd, explica que, según cifras del Foro Económico Mundial, "las mujeres sólo reciben el 2% de la financiación de capital riesgo a nivel mundial. Esto se debe a la falta de canalización y a la infrarrepresentación de las mujeres en los puestos que deciden estas inversiones".
El perfil de la mujer empresaria: resistencia, visión y colaboración
¿Qué hace que una mujer empresaria destaque en un mundo tan competitivo? Para muchas de las mujeres entrevistadas, la resiliencia es una cualidad esencial. Como explica Silvia Matesanz, fundadora de Inlight Lab, "la adaptabilidad y la resiliencia me han permitido afrontar los retos y los cambios con una actitud abierta y proactiva".
Por su parte, Esther Cid, de Tipscool y Talent Passport, destaca la importancia de la empatía y la inteligencia emocional. "Saber generar una red de conexiones de alta calidad y mantener una visión estratégica es fundamental. Además, la creatividad permite aportar soluciones originales a problemas convencionales", afirma.
Otras cualidades, como la valentía y la curiosidad, también son clave. María Ángeles Martín Prats, de Skylife Engineering, lo resume: "Hay que ser una persona valiente, visionaria y con conocimiento del mercado. Además, rodearte de un buen equipo que te respalde".
El poder de la hermandad: motor de cambio
El apoyo mutuo entre mujeres es un tema de conversación importante, ya que las empresarias se han dado cuenta de que el entorno no va a cambiar por sí solo, por lo que el cambio debe venir de ellas trabajando juntas. Betty Lepina subraya que "la sororidad en el mundo empresarial tiene el poder de cambiar el juego. Es crucial crear redes de apoyo práctico y hacer visibles los logros y los retos".
Redes como WITH son un ejemplo de colaboración transformadora. Según Ruth Zamorano, cofundadora de OSOCO, Contestia y DynaClassroom, "las redes de mujeres son esenciales. Nos apoyamos mutuamente desde la empatía y la colaboración, lo que genera un impacto auténtico y significativo".
Además, el mentoring se presenta como una poderosa herramienta. Rocío Tornay, cofundadora de Intelqualia, señala que "el mentoring nos permite guiar y apoyar a otras mujeres para que alcancen sus metas. Debemos dar a conocer los logros de otras mujeres, porque la visibilidad genera inspiración y oportunidades".
Por último, las iniciativas inclusivas que promueven la diversidad y la equidad son clave. Como explica Silvia Matesanz, "espacios como WITH, Mujeres Tech y Women Lab Bilbao crean un entorno seguro basado en la meritocracia y la colaboración, empoderándonos tanto individual como colectivamente".
Juntos hacia un futuro más integrador
El camino hacia la igualdad real en el empresariado femenino requiere un esfuerzo colectivo. Como dice Elena Peyró, "prefiero centrarme en todos los avances que ya hemos conseguido. Cada vez son más las mujeres que se lanzan a emprender y muchas de ellas ya se están convirtiendo en líderes".
Inspirados por las historias de mujeres como estas, es esencial seguir haciendo visibles los logros, eliminando barreras y construyendo redes inclusivas. Porque, como dice Fabia Silva, "cuando nos unimos, creamos un impacto exponencial que beneficia a todos".